EN PYMES AGRÍCOLAS Fuerte inversión de FIA para mejorar estándares de calidad

La Fundación apoya iniciativas que permitan a las pequeñas y medianas empresas del sector incorporar el factor calidad en sus procesos productivos, como un valor agregado para ser más competitivas.  
 
Un total de 320 proyectos ---por un monto aproximado de $ 8.000 millones.- ha financiado la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), los cuales han estado destinados al aseguramiento de la calidad en las empresas agropecuarias, como una forma de hacerlas más competitivas.
 
Así lo señaló este organismo, perteneciente al Ministerio de Agricultura (Minagri), al finalizar las actividades del Mes de la Calidad, iniciativa impulsada por organismos públicos que desarrollan políticas y apoyos de fomento a la calidad en las empresas. 

En materia de aseguramiento de calidad, el objetivo de FIA es ayudar a que las Pymes pongan en marcha y acrediten, a través de certificaciones, los estándares de calidad hoy aceptados, a nivel nacional e internacional. Con ello, las Pymes pueden demostrar a sus clientes y proveedores, que cumplen con las normas fijadas por los consumidores, para los productos agropecuarios y la agroindustria. 

Por ello, obtener certificaciones también sirve para añadir valor agregado a los productos, lo cual abre nuevos nichos de mercado. Algunas de ellas son: Comercio Justo; Buenas Prácticas Agrícolas y Manufactureras; Alimentos Orgánicos; Certificación Global Gap (Eurep Gap) -referidas al proceso de producción completo- y los Sellos Éticos de la calidad de los alimentos. 

INSTRUMENTOS PARA FOMENTAR LA CALIDAD 

Esta línea de trabajo, FIA la canaliza a las Pymes agropecuarias a través del cofinanciamiento de Estudios y Proyectos de Innovación; Programas de Innovación Territorial (PIT); Giras Tecnológicas; Contratación de Consultores; Asistencia a Eventos y Realización Actividades Técnicas. 

A nivel de los proyectos impulsados por la Fundación en esta área, destacan la optimización del rendimiento, calidad y rentabilidad en la producción de trigo y el análisis de puntos críticos durante el manejo del trigo (Trigo Check) para la industria molinera nacional. 

También se han apoyado iniciativas en el ámbito de la Agricultura Familiar Campesina. Aquí se han cofinanciado proyectos para aumentar sus estándares productivos, comerciales de la papa primor, además del rescate y saneamiento de diferentes variedades de papas nativas de chilotas. A esto hay que sumar los modelos de cultivo para la quínoa del secano (Región de O´Higgins) y de la kinwa mapuche para posicionarla como un "alimento baluarte" del sur de Chile y, de esta forma, comercializada bajos protocolos del Comercio Justo. 

En el ámbito ganadero, sobresalen las estrategias de bienestar animal para obtener carne bovina de calidad; el posicionamiento del cordero como alimento funcional y la inserción de agricultores de la precordillera de Ñuble en el rubro ovino de carne para exportación.
Fuente: Diario La Tribuna

Proponen “plan maestro” de riego regional por 250 mil millones de pesos

ESTUDIO QUE SE HACE SILENCIOSAMENTE DESDE MAYO DE ESTE AÑO, FUE PRESENTADO EL VIERNES EN LA COMISIÓN REGIONAL DE RIEGO

Es una iniciativa nunca vista en Chile por su magnitud y abarca de lo micro a lo macro. Se trata de una respuesta que busca dar el Gobierno Regional al tema del cambio clímatico. 

José Luis Montes jlmontes@ladiscusion.cl. 

No podía pasar desapercibido. En la reunión habitual de la Comisión Regional de Riego, que conforman la institucionalidad pública (dependiente del Ministerio de OO.PP y Agricultura) y el mundo privado (organizaciones de regantes y universidades), se dio a conocer el proyecto de un plan maestro de riego para la Octava Región, que es el más grande de su genero en el país, ya que signifi ca una inversión estatal de 250 mil millones de pesos, o 400 millones de dólares que se invertirían una vez aprobada la iniciativa entre los años 2009 y 2015. Margarita Letelier que integra la Comisión como representante de los regantes de Punilla, señaló que se trata de una iniciativa positiva, ya que el riego es un tema clave para el desarrollo regional y más aún con el cambio climático. Señaló que el cambio del régimen de nieve tiene a los regantes del río Ñuble, mas afectados que el año pasado que fue de sequía y que se requiere con urgencia de embalses y obras que contribuyan a un mejor uso del agua en la zona. Consultado ayer en seremi de Agricultura, Andrés Castillo, señaló que se trata de un estudio que hizo la seremi a iniciativa de la intendenta María Angélica Fuentes, que es un convenio de programación entre Agricultura y Obras Pública, que organiza toda la inversión de riego regional para los próximos 7 años. Aquí se incluyen grandes, pequeñas y medianas obras de riego, como embalses, reparación y revestimiento de canales, estudios y otras inversiones que podrían dejar saneado al sector por los próximos 40 a 50 años. LARGO CAMINO Castillo manifestó que el itinerario de proyecto debe pasar a la Comisión Fomento Productivo del Consejo Regional, luego al pleno, de ahí a los ministros de Hacienda y de Obras Públicas, para fi nalmente ser aprobado por Hacienda. El proyecto incluye también la terminación de los megaproyectos de riego para la región, como el Laja-Diguillín, Punilla y el Lonquén para el secano. 

EN 7 AÑOS US $400 MILLONES IINVERSIÓN SE HARÍA 2009-2015.
Fuente: Diario La Discusión

Contratos y cultivos menos riesgosos permiten al agro enfrentar alza de insumos

Seguridad, más que cantidad. Fue la premisa más escuchada en el seminario ¿Qué sembrar el 2009?, ayer en INIA Quilamapu. 

Las continuas variabilidades en los precios de los productos, sumados a las pasadas alzas en lo precios de los insumos, han provocado un manto de incertidumbre sobre los productores agrícolas. Sólo basta recordar que a comienzos de año, el dólar estaba bajo la barrera de los $500 y los principales insumos habían duplicado sus precios. Desde esta perspectiva, las voces de los expertos van orientadas hacia un solo camino: Disminuir a toda costa los riesgos. 

“Pensando las temporada 2009-2010, se deben minimizar los riesgos de una manera significativa, ya que el momento económico actual tiene mucha incertidumbre, y esta incertidumbre lleva a que la volatilidad en los precios de los insumos, producto del tipo de cambio, sean extremadamente altos, por eso recomiendo protegerse en cultivos menos riesgosos, tales como remolacha o achicoria. Yo le diría a los productores que deben reducir el riesgo, más que aumentar la producción”, señaló Eduardo Katz, investigador de la Pontificia Universidad Católica. 

Bajo ese prisma de inestabilidad, los productores ya piensan en privilegiar la agricultura bajo contrato, para amortizar los riesgos. “Soy productor, entre otros cultivos, de trigo, maíz, remolacha y achicoria. Yo considero que es mejor darle más espacio a la agricultura de contrato, donde se conoce el precio del producto. Además hemos escuchado que es muy difícil predecir el tipo de cambio, cómo estarán los mercados”, detalla el agricultor Erich Hüne. 

Según los expertos, es fundamental que los agricultores aprendan a utilizar herramientas como el análisis de su situación comercial, productiva, de financiamiento y capital humano; desarrollar un plan de negocio, que delimite las brechas y los puntos críticos, de manera de fortalecer los puntos débiles. Aplicar estas medidas, además de mejorarles los resultados, se traduce para los agricultores en un mejor acceso a créditos directos en los sistemas bancarios. 

“Hay una serie de rubros que tienen bastante riesgo, lo importante es que los agricultores se informen, hay rubros más riesgosos que otros y eso hay que saberlo por datos cuantitativos, no por datos cualitativos ni por impresiones”, puntualiza el académico de la Universidad de Concepción, Raúl Cerda, quien recomendó a los productores estrategias como seguros agrícolas, tener en consideración las bolsas de productos y la agricultura de contrato. 

“La idea es que estos contratos sean a montos razonables, y ojalá que las empresas con las cuales se firma, tengan estructuras de financiamientos, cosa que el financiamiento o apalancamiento con el sistema financiero sea lo más reducido posible”, apuntó Eduardo Katz, de la PUC. 

El apalancamiento es la relación entre capital propio y crédito invertido en una operación financiera. Al reducir el capital inicial que es necesario aportar, se produce un aumento de la rentabilidad obtenida. El incremento del apalancamiento también aumenta los riesgos de la operación, dado que provoca menor flexibilidad o mayor exposición a la insolvencia o incapacidad de atender los pagos. 

“Hay dos tipos de agricultores, uno que se ha especializado, que conoce muy bien sus costos y no migra de cultivo en cultivo; y hay otros que buscan mayores rentabilidades cambiándose constantemente. Ese último toma más riesgos de los necesarios y toma sus decisiones en relación a precios actuales y no en necesidades a precios futuros. Si esa actitud se masifica, los precios de los productor bajarán”, asegura..
Fuente: Diario La Discusión